Apreciado Pastor David Gates,
Tu sermón titulado “Los entendidos comprenderán” presentó varios temas importantes de estudio de la Biblia que he estado estudiando personalmente desde 2010 (gracias a la providencia de Dios y a los esfuerzos de otros). Por lo tanto, tu sermón comenzó a conmoverme (y al grupo de estudio del que formo parte personalmente y a nombre del cual hablo) cuando te oímos predicar sobre estos temas y utilizar las capacidades pastorales que Dios te ha otorgado, para presentar estos temas para que otros los consideren. Fue el comienzo de un maravilloso estudio, y ciertamente hay mucho más que aprender. Que Dios use tu sermón como una plataforma para futuros descubrimientos que se harán bajo la guía del Espíritu Santo.
Por lo tanto, y en el espíritu de estudiar la Palabra de Dios y el Espíritu de Profecía junto contigo y otros, nos dirigimos a ti con esta carta. Es nuestra esperanza y oración, y nuestra apelación a tu sinceridad al expresar el deseo de estudiar lo que otros han escrito y publicado, que al entrar en este estudio contigo, todos podamos beneficiarnos a medida que el Espíritu nos guía a toda la verdad.
Existen evidencias de que el tiempo está más avanzado de lo que tú y otros han supuesto, y si es así, podría ser que tu deseo de tener menos de siete años de tribulación podría hacerse realidad a través de tus esfuerzos por estudiar (y enseñar a otros) las cosas presentadas en los siguientes párrafos. ¿No valdría la pena examinar cómo apresurar el regreso del Señor?
Tal vez el punto clave de estudio de tu sermón fue la idea de que el evento inicial del marco de tiempo de siete años que presentaste,[1] sería cuando los gobiernos seculares reciban el poder de hacer cumplir las leyes ambientales y la ley dominical[2] Tu describiste esto como el poder de ejecutar penas por violaciones, cada nación en el contexto de sus propias leyes. Entendemos que esto es una referencia a la abominación desoladora de Daniel, así como a la ley de la marca de la bestia de Apocalipsis 13.
Personalmente, asignar este evento a una fecha futura me pareció incongruente con las actuales circunstancias del bloqueo por el coronavirus, que tú también asociaste claramente con el asedio de Jerusalén. En aquel tiempo, el ejército romano que rodeaba a Jerusalén fue interpretado como la abominación desoladora, y por lo tanto los cristianos (conociendo las palabras de Jesús registradas en Mateo 24) pudieron huir. ¿Pero cómo puedes estar seguro de que el bloqueo actual es el primer asedio y no el segundo?
Recuerda, AMBOS asedios históricos (el primero en el otoño del 66 d.C. y el segundo en la primavera del 70 d.C.) estuvieron marcados por la presencia del ejército romano rodeando la ciudad santa. En el sentido antitípico, esto significaría que la ley de la marca de la bestia (y las leyes ambientales como el vehículo para esta, que debe entenderse principalmente como el Acuerdo de París) debe estar en vigor en el momento de ambos asedios. Por lo tanto, independientemente de que el bloqueo actual se relacione con el primer asedio o con el segundo, debemos ser capaces de identificar el estandarte romano como un elemento visible en el mundo hoy. ¡Este es nuestro deber como heraldos del mensaje del tercer ángel![3]
Si nosotros en el Adventismo del Séptimo Día no podemos explicar dónde está la marca de la bestia hoy, entonces hemos perdido nuestra relevancia profética—porque todos los afectados por la cuarentena ya sienten que el mundo está bajo asedio, y si no podemos explicar a la luz de la profecía bíblica cómo el estandarte romano está en vigor hoy, mientras el asedio está en vigor, ¡entonces hemos fallado en nuestra misión principal como heraldos del mensaje del tercer ángel! No creo que este sea el caso, pero lo digo para enfatizar lo crítico y urgente que es este tema, a la luz de nuestra misión.
Y si, por otra parte, creemos que las leyes ambientales que están en vigor hoy en día ya incluyen la marca de la bestia en una forma sutil, entonces no podemos descartar la posibilidad de que el bloqueo actual sea en realidad el segundo asedio, porque las mismas leyes ambientales que están en vigor hoy en día han estado amenazando al mundo durante tres años y medio.
Repasemos los hechos sobre el Acuerdo de París, que obviamente fue apoyado por el Papa Francisco como el vehículo para la aplicación de la política ambiental que promovió en Laudato si’.[4] [5] Los hechos están disponibles en la página del Acuerdo de París de Wikipedia. El acuerdo se hizo disponible para ser firmado desde el 22 de abril de 2016 hasta el 21 de abril de 2017 (un año). Sin embargo, “el acuerdo establecía que entraría en vigor (y por lo tanto ser plenamente eficaz) sólo si 55 países que producen al menos el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo (según una lista producida en 2015) ratifican, aceptan, aprueban o se adhieren al acuerdo”.
Eso significa que tenemos que rastrear el progreso de las firmas y la ratificación para saber cuándo entró en vigor. Este fue un tema en las noticias del día, que Wikipedia también resume:
175 Partes (174 Estados y la Unión Europea), firmaron el acuerdo en la primera cita [fecha que] fue abierto a la firma… Con la ratificación por la Unión Europea, el Acuerdo obtuvo suficientes partes para entrar en vigor a partir del 4 de noviembre el año 2016.[6]
A partir de esa fecha, el Acuerdo de París era “plenamente eficaz” y las naciones tenían la facultad de elaborar y aplicar sus propias leyes de conformidad con los objetivos del cambio climático. A la luz de la crisis actual en la primavera de 2020, estos datos por sí solos deberían dar a cada estudiante de Mateo 24 una razón para prestar atención, porque (si una inspección más profunda lo corrobora) sugeriría un claro paralelismo entre la destrucción de Jerusalén y el fin del mundo, de la siguiente manera:
Sin embargo, todavía tenemos que entender cómo el ejército romano rodeó la ciudad santa. Está claro que el Acuerdo de París entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 (treinta días después de que se alcanzaran los criterios mínimos), pero ¿cuál es el estandarte romano que se erigió en tierra santa? ¿Cuál es la abominación desoladora de la que hablaba Jesús?
La misma pregunta debe hacerse hoy acerca del asedio del bloqueo por el coronavirus, y tendrás que hacerte la misma pregunta en el otoño de 2020 o en cualquier otro momento futuro en que se piense que el primer o segundo asedio pueda comenzar.
La solución a esto no es tan simple como conocer una palabra clave especial. No, se requiere sabiduría para entenderla. Si la abominación desoladora fuera tan fácil de reconocer como una ley dominical, ¿habría reiterado Jesús que requiere entendimiento? Claramente no.
Daniel dijo que “los entendidos comprenderán” este tema, y Jesús dijo “el que lee, entienda”. En otras palabras, la comprensión de este asunto se encuentra entre los entendidos, y aquellos que lean lo que los entendidos han escrito sobre ello tendrán la oportunidad de entender también. Este principio se repite en el libro de Apocalipsis:
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. (Apocalipsis 13:18-14:3)
¿Es sólo coincidencia que los 144.000 sean presentados como aprendiendo un nuevo cántico inmediatamente después de que la sabiduría y el entendimiento sobre la bestia son requeridos? Recuerda, incluso nuestros pioneros adventistas tuvieron que esforzarse en estudiar para entender cuál es la marca de la bestia, y ellos encontraron la ley dominical ¡pero no podemos dormirnos en sus laureles! ¿Qué encontraremos nosotros que es?[7]
Valdría la pena repasar cómo los adventistas llegaron a entender históricamente la ley dominical en primer lugar. El mensaje del tercer ángel revivió el conocimiento de la Ley de Dios, especialmente el cuarto mandamiento, que dice que el séptimo día es el Sábado del Señor. Esto había sido casi universalmente olvidado cuando el mensaje del tercer ángel comenzó. A medida que se comprendió la importancia del séptimo día como sello de la creación, se reconoció la adoración dominical por lo que es: una falsificación y la marca de la iglesia romana: una nueva apariencia para la misma adoración pagana de la creación (que comenzó el primer día) en lugar del Creador (que descansó en el séptimo). Pero lo que solidificó permanentemente la ley dominical en la mente de los adventistas es el hecho de que una ley dominical casi pasó por el Congreso de los Estados Unidos a fines de 1880, y lo habría hecho, si no hubiera sido por el voto de un congresista que fue influenciado por los esfuerzos de A.T. Jones.
Si miramos en nuestro día en comparación con el de ellos, podemos ver algunos paralelos y algunas diferencias. El mensaje del tercer ángel no ha cambiado, ni la Ley de Dios, y Roma todavía adora la creación. Sin embargo, la gran prueba de los últimos años que ha inundado los medios de comunicación, la legislatura, el mundo de los negocios, las iglesias, y de hecho toda la sociedad, ciertamente no ha sido la verdad del sábado. ¡Ha sido la cuestión del matrimonio, el otro cuarto mandamiento (contando desde el último)! ¡Es la institución gemela la que ha sido objeto de pruebas en nuestro tiempo!
Se refirió a los días bienaventurados del Edén, cuando Dios declaró que todo “era bueno en gran manera.” Entonces tuvieron su origen dos instituciones gemelas para la gloria de Dios en beneficio de la humanidad: el matrimonio y el sábado. {HC 309.3}
¿Podemos quebrantar un mandamiento y aun así cumplir la ley? O, ¿podemos destruir una de las instituciones gemelas sin destruir la otra?
El sábado y la familia fueron instituidos en el Edén, y en el propósito de Dios están indisolublemente unidos. {ED98 250.3}
Seguramente estarás de acuerdo en que es el propósito de Dios que el sábado sea guardado, y que, si el mundo entero rechaza el sábado por una ley dominical universal, entonces en el propósito de Dios el fin ha llegado. Pero de la cita anterior, ¡también sabemos por el Espíritu de Profecía que lo mismo se aplica a la institución del matrimonio! Es el propósito de Dios que el matrimonio se mantenga entre un hombre y una mujer, y si el mundo entero por sus leyes rechaza el diseño de Dios para el matrimonio, entonces para el propósito de Dios el fin ha llegado.
En otras palabras, si una ley dominical puede ser la abominación desoladora, entonces también puede serlo una ley que obliga a aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo.[8] Nosotros, que hemos vivido y clamado en una época en la que el santo matrimonio ha sido completamente profanado, deberíamos ser capaces de reconocerlo como la abominación que causa la desolación—el estandarte de los emperadores romanos[9] que ha sido erigido en el último suelo sagrado del Edén en la Tierra.
En relación con la línea de tiempo anterior, la abominación desoladora, la marca de la bestia, sería impuesta poco antes del primer asedio. Es bien sabido que la aceptación del matrimonio entre personas del mismo sexo fue ordenada por la Suprema Corte de los Estados Unidos como ley nacional en el verano de 2015, poco antes de que las leyes ambientales entraran en vigor por primera vez en el otoño de 2016. Entonces, además del hecho de que muchas otras naciones promulgaron leyes similares antes y después de la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos, se hizo verdaderamente universal a través del acuerdo climático bajo el disfraz de la igualdad de género. Citando Las Naciones Unidas:
Así, el Acuerdo de París reconoce: …las Partes deberían respetar, promover y tener en cuenta sus respectivas obligaciones relativas a los derechos humanos, la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y equidad intergeneracional”.[10]
Y la igualdad de género y la tolerancia LGBTQ van de la mano; la igualdad de género es el sustrato en el que prospera el LGBTQ. De esta manera, Roma obliga al mundo a aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo en beneficio del clima.
Así, el estandarte romano puede ser visto. Sin embargo, cuando el Acuerdo de París entró en vigor en 2016, las naciones no atacaron inmediatamente a la gente con éste, a pesar de que tenían el poder. Ese fue el primer asedio, en el que no se hizo ningún ataque. Sin embargo, en 2020, las naciones están ahora ejerciendo su poder, bajo el pretexto de la pandemia del coronavirus, para ayudar al medio ambiente. Es el antiguo acto de adoración (obedecer) al dios naturaleza en lugar de al Dios de la naturaleza (como la adoración al sol), y esta vez la policía y las fuerzas militares están involucradas. El hambre está en camino (lo que no fue un problema en el primer y breve asedio de Jerusalén).
Para concluir esta carta, me gustaría presentar un acertijo. La razón de la retirada del ejército romano de Jerusalén en el 66 d.C. es desconocida. Fue uno de los peores errores militares de la historia romana y no tiene explicación lógica:
La legión siria rodeó entonces Jerusalén, pero por razones inciertas y a pesar de las ganancias iniciales, se retiró hacia la costa, donde fue emboscada y derrotada por los insurgentes de Judea en la Batalla de Beth Horon, un resultado que sacudió al liderazgo imperial. La derrota de los romanos en Beth Horon se considera una de las peores derrotas militares del Imperio Romano por una provincia rebelde a lo largo de su historia.[11]
¿Podría ser que la explicación que falta sea una pista para entender nuestros tiempos? Debido a que no se conoce ninguna razón para su retirada, se considera un milagro en beneficio de los cristianos que estaban en Jerusalén. Sin embargo, ¿qué crees que estuvieron haciendo los cristianos de Jerusalén, una vez que vieron su ciudad sitiada? No es difícil imaginar que reconocieron la señal de la boca del Señor y le oraron, pidiéndole que abriera el camino de la salvación para Sus hijos, porque ni un solo cristiano pereció en la destrucción de Jerusalén.[12]
Ahora, ¿por qué Roma, en el caso antitípico, no hizo la guerra en nombre del medio ambiente en el otoño de 2016, tan pronto como estuvo en su poder hacerlo? Si aún crees que estamos en el primer asedio hoy, entonces te falta una explicación de por qué Roma esperó tres años y medio para atacar. Si se resuelve ese enigma, entonces también se sabrá cómo se cumplió Apocalipsis 7, un tema que se enfatizó en visión.[13] Pero ahora estamos en el segundo asedio, porque ahora la gente está muriendo, la gente tiene hambre, la gente no puede moverse—ha ido más allá de lo temporal[14] [15]—y todas esas cosas hablan el lenguaje del segundo asedio. No hay duda de que la guerra—la larga e interminable guerra del coronavirus—está en labios de muchos, mientras que (tristemente) el mensaje del tercer ángel está siendo predicado por muy, muy pocos.
Si uno realmente quiere una ley dominical en el otoño de 2020, tal vez podría unirse a Jonathan Cahn para orar por ella, pero ¿no sería mucho mejor separarse del mundo ahora y unirnos como hermanos y hermanas para hacer sonar el fuerte pregón sin más demora?
Que el Espíritu Santo nos guíe hacia toda la verdad, como fue prometido.
Atentamente,
Robert DickinsonJunto con John y Linda Scotram, Ray y Yormary Dickinson, Gerhard y Regina Trawegery el resto de nuestra familia en Cristo.
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